lunes, 6 de febrero de 2012

Sobre las pruebas de inteligencia...

En mi experiencia, las llamadas pruebas de inteligencia son de las que más ansiedad provocan, especialmente porque como parte de su administración tienen un estándar de tiempo contra reloj que genera esa sensación.

En la comunidad psicológica generan muchas preguntas: ¿qué evalúan? ¿son útiles? ¿cuáles son las mejores?

Vamos por partes. ¿Qué evalúan? Eso depende de la teoría en la que se basen, es decir, el constructo "inteligencia" está en función de la definición que da el autor de la prueba. David Wechsler proporciona una definición que es sobre la que se construyeron sus reconocidas Escalas de Inteligencia para los diferentes niveles de edad y escolares, y eso da pauta a que contenga varias subpruebas tanto verbales como no verbales. Las pruebas de Stanford-Binet incorporan el concepto de edad mental y edad cronológica que no tienen las Escalas Wechsler y que las hace sustancialmente diferentes. Las pruebas Beta-III, Dominós y Matrices Progresivas de Raven son principalmente no verbales, por lo que su concepto de inteligencia está en función de habilidades intelectuales que no tienen que ver con la función del lenguaje. A diferencia de estas, las pruebas de Terman, Wonderlic, Otis-Gamma y Novis son principalmente verbales y requieren habilidades de razonamiento analógico y de formación de conceptos.

Hasta ahora, nadie se ha puesto de acuerdo en lo que es la inteligencia, aunque en lo que sí parecen coincidir las teorías es que se trata de un constructo psicológico que se integra de varias habilidades, como lo demuestra el desarrollo de las recientes teorías como las de Howard Gardner y Daniel Goleman. Así que la elección de la prueba que aplicaremos está en función de aquella que evalúa las habilidades que requerimos medir en un individuo y del objetivo de la evaluación, por lo que se vuelve indispensable conocer la teoría en la que se basa el test.

¿Son útiles? En mi experiencia, me han resultado bastante útiles especialmente porque me dedico a aplicar la psicología en dos contextos: la industria y la educación. En el contexto de la industria, la mayor utilidad que he obtenido de las pruebas de inteligencia es su capacidad predictiva, es decir cómo se desenvolverá el comportamiento de un candidato en un contexto laboral y cuál será su capacidad de aprendizaje para determinar la viabilidad de ocupar un puesto y así obtener buenos resultados de desempeño en el menor tiempo posible. En el contexto educativo, las pruebas tendrán un valor diagnóstico para determinar la elegibilidad de un estudiante para la aplicación de programas especiales y para determinar qué áreas intelectuales requieren reforzamiento. En el otros contextos de evaluación dependerá de los objetivos de la evaluación, por ejemplo en la clínica no siempre resultan útiles y a veces ni necesarias las evaluaciones de inteligencia, a menos que se sospeche la presencia de retraso mental y se requiera un diagnóstico preciso, o para determinar la posibilidad de responder a pruebas que requieran un nivel de inteligencia promedio como el Inventario Multifásico de la Personalidad de Minnesota.

Finalmente, ¿cuáles son las mejores? Considero que también depende de los objetivos de la evaluación, sin embargo considero que aquellas cuyo contenido evalúe un espectro amplio de habilidades intelectuales son las mejores que podemos seleccionar. Todas las que he mencionado las he utilizado con buenas aplicaciones y resultados precisos.

Más adelante, hablaré de las bondades y desventajas de algunas de ellas, y espero que esa información les sea de utilidad.

domingo, 8 de enero de 2012

Utilidad y valor de las pruebas psicológicas

En los últimos años se ha usado y abusado de las pruebas psicológicas como si fueran instrumentos infalibles. Esto ha llevado a que se difundan métodos entre los legos más allá de lo necesario y por ende que se pierdan las propiedades reales de los instrumentos de evaluación.
Por otra parte, la proliferación de la tecnología también ha alcanzado a la psicometría. Como plaga bíblica, se han desarrollado infinidad de aplicaciones informáticas con instrumentos ya conocidos y nuevos, que como mayor ventaja tienen que la administración es más rápida y la calificación es casi inmediata.
Es un hecho que muchos de los detractores de la psicometría siguen prefiriendo aplicar otras metodologías que requieren mayor pericia por parte del psicólogo como la entrevista y la observación conductual. Considero que estos métodos son insustituibles para realizar una buena interpretación de los resultados de las pruebas, por lo que la pregunta entonces es: ¿realmente son útiles las pruebas psicológicas?
En mi opinión, la utilidad de una prueba psicológica dependerá principalmente de los siguientes puntos:
  1. Propiedades psicométricas: La validez, la confiabilidad y las normas desarrolladas para la interpretación son piedras angulares sobre las que se basa una buena prueba psicológica. El índice de validez nos mostrará qué tanto una prueba mide realmente lo que pretende medir, en función de la teoría sobre la que se basa; esto es necesario para hacer interpretaciones precisas sobre la conducta. La confiabilidad nos indica la consistencia de la medida a través del tiempo y si la variabilidad nos llevará a realizar medidas posteriores. En cuanto a las normas, nos determinarán la población a la que podemos aplicar la prueba y, por lo tanto, hacer interpretaciones válidas sobre el examinado.
  2. Pericia y entrenamiento del examinador: Hasta la prueba más sencilla requiere entrenamiento psicológico para su aplicación. En la medida en que el examinador conozca y domine los principios de la psicometría así como las características del instrumento a administrar, mejores serán sus interpretaciones y mejor la utilidad de la prueba.
  3. Combinación de métodos: Una prueba por sí misma no nos brinda el panorama que necesitamos para realizar nuestro trabajo como psicólogos, por lo que requerimos aplicar varios instrumentos y varias metodologías para integrar un estudio que logre alcanzar el objetivo planteado en el proceso de evaluación.
  4. Selección del instrumento: Esto está relacionado con el conocimiento del examinador respecto a las características y finalidades de cada instrumento, de tal forma que se seleccione el instrumento preciso para lograr el objetivo de la evaluación.
Pueden haber otros puntos a considerar respecto a la utilidad y valor de una prueba, sin embargo considero que estos son fundamentales.
Finalmente, una prueba psicológica nos proporcionará una muestra de conducta recolectada a través de un método estandarizado, lo que la hace valiosa y relativamente libre de la subjetividad, en la medida en que el examinador haya cumplido las normas de administración de la prueba y haya minimizado la influencia variables extrañas.